Soy hijo del dueño de un supermercado. El supermercado de mi padre supone la mayor parte de los ingresos familiares. Ingresos que se han visto afectados con una constante decrepitud reduciéndose a un porcentaje mucho inferior a la mitad de lo que anteriormente fueron. En los últimos años han emergido varios supermercados Mercadona a lo ancho y largo del pueblo, lo que se ha traducido en el cierre de pequeños negocios familiares perfectamente instalados. Se trata de negocios que no pueden competir con una empresa de las características de Mercadona. El pez grande se come al chico… y yo me siento parte del pez chico.
En lo que a mí respecta, no pienso rendirme tan fácilmente. Este blog es mi arma en esta guerra.
Gracias.
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